martes, 16 de noviembre de 2010

¿Está Cristo presente en la Eucaristía?

Son varios los caminos por los que podemos acercarnos al Señor Jesús y así vivir una existencia realmente cristiana, es decir, según la medida de Cristo mismo, de tal manera que sea Él mismo quien viva en nosotros (ver Gál 2,20). Una vez ascendido a los cielos el Señor nos dejó su Espíritu. Por su promesa es segura su presencia hasta el fin del mundo (ver Mt 28, 20). Jesucristo se hace realmente presente en su Iglesia no sólo a través de la Sagrada Escritura, sino también, y de manera más excelsa, en la Eucaristía.


¿Qué quiere decir Jesús con "venid a mí"? Él mismo nos revela el misterio más adelante: "Yo soy el pan de vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, el que crea en mí no tendrá nunca sed." (Jn 6, 35). Jesús nos invita a alimentarnos de Él. Es en la Eucaristía donde nos alimentamos del Pan de Vida que es el Señor Jesús mismo.

¿No está Cristo hablando de forma simbólica?
Cristo, se arguye, podría estar hablando simbólicamente. Él dijo: "Yo soy la vid" y Él no es una vid; "Yo soy la puerta" y Cristo no es una puerta.

Pero el contexto en el que el Señor Jesús afirma que Él es el pan de vida no es simbólico o alegórico, sino doctrinal. Es un diálogo con preguntas y respuestas como Jesús suele hacer al exponer una doctrina.

A las preguntas y objeciones que le hacen los judíos en el Capítulo 6 de San Juan, Jesucristo responde reafirmando el sentido inmediato de sus palabras. Entre más rechazo y oposición encuentra, más insiste Cristo en el sentido único de sus palabras: "Mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida" (v.55).

Esto hace que los discípulos le abandonen (v. 66). Y Jesucristo no intenta retenerlos tratando de explicarles que lo que acaba de decirles es tan solo una parábola. Por el contrario, interroga a sus mismos apóstoles: "¿También vosotros queréis iros?". Y Pedro responde: "Pero Señor... ¿con quién nos vamos si sólo tú tienes palabras de vida eterna?" (v. 67-68).

Los Apóstoles entendieron en sentido inmediato las palabras de Jesús en la última cena. "Tomó pan... y dijo: "Tomad y comed, esto es mi cuerpo." (Lc 22,19). Y ellos en vez de decirle: "explícanos esta parábola," tomaron y comieron, es decir, aceptaron el sentido inmediato de las palabras. Jesús no dijo "Tomad y comed, esto es como si fuera mi cuerpo…es un símbolo de mi sangre".

Alguno podría objetar que las palabras de Jesús "haced esto en memoria mía" no indican sino que ese gesto debía ser hecho en el futuro como un simple recordatorio, un hacer memoria como cualquiera de nosotros puede recordar algún hecho de su pasado y, de este modo, "traerlo al presente" . Sin embargo esto no es así, porque memoria, anamnesis o memorial, en el sentido empleado en la Sagrada Escritura, no es solamente el recuerdo de los acontecimientos del pasado, sino la proclamación de las maravillas que Dios ha realizado en favor de los hombres. En la celebración litúrgica, estos acontecimientos se hacen, en cierta forma, presentes y actuales. Así, pues, cuando la Iglesia celebra la Eucaristía, hace memoria de la Pascua de Cristo y ésta se hace presente: el sacrificio que Cristo ofreció de una vez para siempre en la cruz permanece siempre actual (ver Hb 7, 25-27). Por ello la Eucaristía es un sacrificio (ver Catecismo de la Iglesia Católica nn. 1363-1365).

San Pablo expone la fe de la Iglesia en el mismo sentido: "La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?". (1Cor 10,16). La comunidad cristiana primitiva, los mismos testigos de la última cena, es decir, los Apóstoles, no habrían permitido que Pablo transmitiera una interpretación falsa de este acontecimiento.

Los primeros cristianos acusan a los docetas (aquellos que afirmaban que el cuerpo de Cristo no era sino una mera apariencia) de no creer en la presencia de Cristo en la Eucaristía: "Se abstienen de la Eucaristía, porque no confiesan que es la carne de nuestro Salvador." San Ignacio de Antioquía (Esmir. VII).

Finalmente, si fuera simbólico cuando Jesús afirma: "El que come mi carne y bebe mi sangre...", entonces también sería simbólico cuando añade: "...tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día" (Jn 6,54). ¿Acaso la resurrección es simbólica? ¿Acaso la vida eterna es simbólica?

Todo, por lo tanto, favorece la interpretación literal o inmediata y no simbólica del discurso. No es correcto, pues, afirmar que la Escritura se debe interpretar literalmente y, a la vez, hacer una arbitraria y brusca excepción en este pasaje.

Si la misa rememora el sacrificio de Jesús, ¿Cristo vuelve a padecer el Calvario en cada Misa?

La carta a los Hebreos dice: "Pero Él posee un sacerdocio perpetuo, porque permanece para siempre... Así es el sacerdote que nos convenía: santo inocente...que no tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día... Nosotros somos santificados, mediante una sola oblación ... y con la remisión de los pecados ya no hay más oblación por los pecados." (Hb 7, 26-28 y 10, 14-18).

La Iglesia enseña que la Misa es un sacrificio, pero no como acontecimiento histórico y visible, sino como sacramento y, por lo tanto, es incruento, es decir, sin dolor ni derramamiento de sangre (ver Catecismo de la Iglesia Católica n. 1367).
Por lo tanto, en la Misa Jesucristo no sufre una "nueva agonía", sino que es la oblación amorosa del Hijo al Padre, "por la cual Dios es perfectamente glorificado y los hombres son santificados" (Concilio Vaticano II. Sacrosanctum Concilium n. 7).

El sacrificio de la Misa no añade nada al Sacrificio de la Cruz ni lo repite, sino que "representa," en el sentido de que "hace presente" sacramentalmente en nuestros altares, el mismo y único sacrificio del Calvario (ver Catecismo de la Iglesia Católica n. 1366; Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios n. 24).

El texto de Hebreos 7, 27 no dice que el sacrificio de Cristo lo realizó "de una vez y ya se acabó", sino "de una vez para siempre". Esto quiere decir que el único sacrificio de Cristo permanece para siempre (ver Catecismo de la Iglesia Católica n. 1364). Por eso dice el Concilio: "Nuestro Salvador, en la última cena, ... instituyó el sacrificio eucarístico de su cuerpo y sangre, con el cual iba a perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz." (ver Concilio Vaticano II, Sacrosanctum Concilium n. 47). Por lo tanto, el sacrificio de la Misa no es una repetición sino re-presentación y renovación del único y perfecto sacrificio de la cruz por el que hemos sido reconciliados.



domingo, 2 de mayo de 2010

Los Cantos Catolicos Vrs. Cantos Protestantes. En la Eucaristia!!


ULTIMAMENTE SE HAN ESTADO ESCUCHANDO QUE EN LA MISMA ESUCARISTIA SE CANTAN MELODIAS PROTESTANTES O DE LOS HERMANOS SEPARADOS, AQUI TRAEMOS UNA PEQUEÑA REFLEXION E INDUCCION DE LAS DIFERENCIAS DE CADA UNA DE LOS IMPULSOS Y SENTIDOS. VEREMOS QUE DEBEMOS CANTAR REALMENTE!

EL CONTENIDO MUSICAL

Por lo mismo que hemos aclarado la tendencia general de la música protestante será más individualista, intimista, a fomentar una relación individual con Dios, directa, sin tomar en cuenta la Iglesia ni los sacramentos; tratará de basarse en la sola Escritura, sin utilizar otros escritos de la Tradición cristiana, nunca tomará en cuenta a María o a los otros santos.

La música católica tiene otras tendencias básicas. Además de las tendencias

Intimistas e individualistas, de sentir a Dios en forma personal e íntima, que también se dan en las producciones católicas, sin embargo hay una enorme gama de aspectos que entran en ella como el tema de la Eucaristía y los otros sacramentos como el Bautismo, la Confirmación, Confesión, Matrimonio, Orden Sacerdotal e incluso la Unción aunque Menos frecuente. Además de los sacramentos también entra el tema de la Iglesia, del Papa,del servicio al hermano y el gran tema de María y de los demás santos.

Hay una enorme gama de producciones católicas que muchas veces ni siquiera son Conocidas porque pertenecen a las congregaciones, a los colegios, a los carismas religiosos, o son propios de parroquias, diócesis, movimientos, etc. La mayoría no están grabadas en CDs.

LA ACTITUD ANTE LA MÚSICA PROTESTANTE
Hay que decir primeramente una cosa, el mayor intercambio ecuménico siempre ha sido en el aspecto musical, desde el comienzo los himnos y cantos se han movido hasta cierto punto de una a otra iglesia. Los grandes compositores fueron tanto católicos como protestantes, por ejemplo el “Aleluya” de Hendel es utilizado ampliamente en muchísimas celebraciones y Hendel era protestante, en tanto que la música de “Las cuatro estaciones” es de un monje católico, Vivaldi, y se utiliza en multitud de eventos, películas, fondos musicales, etc. Ya son universales.

Dentro de nuestra experiencia eclesial a veces utilizamos cantos que han nacido en los protestantes, sobre todo los carismáticos, otras veces en los católicos, pero que ya son universales, ya son de todos, pensemos en “Una mirada de fe”, “Alabaré”, “Como corre el río”, etc, ¿Quién realmente los ha producido?, ¿Quién los usa?

Hay que también resaltar otro aspecto histórico importante, los protestantes desde el comienzo dieron menor densidad a los sacramentos, a la Iglesia y a la liturgia y desarrollaron más la música, justamente para llenar ese vacío. Una misa sin cantos vale igual que una con cantos, la misa del Padre Pío era totalmente silenciosa, pero los fieles salían llenos de Dios. En cambio un culto de predicación sin música al perder la Eucaristía y dejar solamente la Palabra debe llenarse con una experiencia que toque los sentidos, que motive el alma, y lo que más se acerca a la experiencia del espíritu es la música. Los protestantes tienen 500 años de desarrollo musical más fuerte que los católicos, no debemos escandalizarnos ni extrañarnos de ello, pero eso no implica que su actitud eclesial y doctrinal sea más profunda, o que sus iglesias a la larga sean más fuertes y perseverantes.

Vale tambien señalar que en otras sectas no cuentan con lo que son los sacramentos (Bautismo, como sacramento solo como rito; Confirmacion, Eucaristia, etc) Ni tampoco con los tiempos liturgicos que la Iglesia Catolica tiene y de la cual un coro debe tener muy en cuenta para escoger los cantos para una Eucaristia o celebracion; Recalcar que un canto que no sea Catolico no tendra un impacto en el feligres ya que no esta elaborado en la doctrina Catolica ni fue hecho por la fe que profesamos, puede ser muy romantico o con un ritmo atrayente pero para lo que vivimos los Catolicos no vendra a llenar nuestras expectativas. A los coros les recomendamos busquen la gran variedad de cantos Catolico y si necesitan ayuda hagan llegat un correo a: oscarjc_15@hotmail.es

Buscador Catolico!!!!!!!!!


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